diumenge, 3 d’abril del 2016

TERUEL 2015 (MATARRAÑAS)

JUNIO 2015
BECEITE
ELS PORTS Y MATARRAÑA







11-06-2015
UN POQUITO DE SENDERISMO PARA ABRIR BOCA
Son las 4 de la tarde pasadas ya, y decidimos hacer la pequeña excursión típica de todo el que llega hasta Beceite. Acercarnos hasta la zona del Parrisal y un poquito más allá hasta Els Estrets.
Salimos andando desde el mismo pueblo por la pista asfaltada que sube por el margen izquierdo del río Matarraña, para ir disfrutando con las vistas de su hermosa ribera.
Pasamos la zona de baños, formada por una piscina “natural” muy atractiva, y después la zona de gradas y pequeños saltos.

Pasamos por delante del Mas de Lluvia, una masía en colocada en un lugar encantador.

Cuando llegamos al Parrisal ya han transcurrido más de 2 horas y media, pues paseamos tranquilos y tomando fotos y vídeos continuamente. Después del Parrisal la pista se convierte en sendero, y ahora viene el tramo paisajísticamente más espectacular.

El sendero va cambiando de orilla constantemente, atravesando estrechos pasos, pero siempre muy bien conservados. Hay pasarelas, troncos, puentes colgantes, etc..
El final, algo más de un kilómetro antes de llegar a Els Estrets,  es algo más complicado, ya que se acaban las ayudas y hay que ir saltando entre las rocas, pero vale la pena sin ninguna duda.


La vuelta la tuvimos que hacer  a marchas forzadas, pues comenzó a llover y además se nos acababa la luz del día, ya que comenzamos a bajar cuando eran ya pasadas las 8 de la tarde, y nos quedaban algo más de 10 quilómetros hasta Beceite.

12-06-2015
BECEITE – ARNES – ESTRETS D’ARNES – CARO – BECEITE

Salimos de Beceite cuando ya están pasadas las 8:00 de la mañana. Luce el sol y hace una temperatura estupenda para rodar en bicicleta.
Iniciamos la ruta subiendo por  la pista asfaltada que va enlazando masías subiendo por el curso del río Ulldemó en dirección Arnes.


Pasados los primeros 3 kilómetros el río se desvía hacia el este, buscando la sierra, y nosotros continuamos hacia el norte por el barranco del Coll d’en Selma que nos espera a unos 3 kilómetros y 100 metros por encima de nosotros. La pista es muy buena.

Bajando del Coll d’en Selma atravesamos el curso del Riu d’Algars. En este punto, vale la pena detenerse un momento y mirar hacia el sur donde se alzan majestuosas las inmensas moles de piedra del Tossal del Vidre y el pico de Peñagalera.
  
Unos 7 kilómetros más por buena pista hasta llegar al pueblo de Arnes, cruzando campos de olivos y avellanos.

En estos escasos 14 km. que hemos recorrido desde que iniciamos la ruta en Beceite, hemos pasado por muy diversos tipos de paisaje y terreno. Ahora estamos atravesando estrechos pasos entre montañas rocosas y minutos después atravesamos llanos de olivares. Es desconcertante, pero también espectacular.

Atravesamos el casco antiguo de Arnes, y salimos en dirección este, hacia el estrecho pasaje entre  las Moles dels Viernets y las Roques del Duc, el espectacular paso de Els Estrets d’Arnes. Sólo por visitar este impresionante lugar estará justificada la ruta de hoy.
El Riu dels Estrets serpentea entre las altísimas paredes de piedra, deslizándose en suave pendiente por una base de piedra maciza en la que ha ido dejando su marca con el paso del tiempo. Durante millones de años el agua ha ido suavizando la piedra, conformando un laberinto maravilloso.

 

Subimos  pedaleando por la senda, muy bien conservada, del margen izquierdo. Observados desde más alto que las paredes de piedra por un grupo de buitres que vuelan en círculo, seguramente atraídos por el cadáver de algún animal accidentado entre las rocas altas.

En las paredes de nuestra derecha dos cordadas de escaladores se pueden ver como pequeñísimas manchas de colores enganchadas a mucha altura en la roca rojiza, mientras una cabra salvaje les observa curiosa desde un saliente a su misma altura.

Un par de kilómetros después, el estrecho paso se va ensanchando, y atravesamos el río para seguir subiendo por su margen derecha, hasta la zona de picnic del Mas de la Franqueta. Aquí nos desviamos a la derecha por  la pista del Barranco de Closetes, que sube durante más de 4 kilómetros  desde los 560 metros donde estamos ahora hasta los 900 metros del Coll de Miralles.
 

La pista sigue subiendo, y unos 500 metros después atravesamos el Barranco de Les Tosques, en el punto donde cae por una pared de vertical negativa de más de 50 metros.
Por encima de esta pared la pista se acaba, y comienza un sendero de fortísima pendiente que nos obliga a cargar con las bicis durante más de kilómetro y medio, atravesando una zona muy boscosa y húmeda. Este sendero no ha sido horadado por la mano del hombre, sino por la del agua de lluvia, que formando torrenteras desentierra las piedras y nos marca el camino. Físicamente será la hora más dura de toda la jornada.
 

Acabamos de subir, ya por buen camino, hasta el Pla de Centelles, una meseta a casi 1200 metros de altitud. Por un momento no damos crédito a nuestros ojos. Pasamos sin trámite ninguno de estar atravesando bosques cerradísimos, a contemplar una planicie inmensa donde pasta una manada de vacas, y muy a lo lejos ya vemos las cumbres del Caro.

 
Atravesaremos este llano y el siguiente, el Clot de la Foia, a buena velocidad, y bajamos unos cuatro kilómetros por el GR-7 y el Camino de la Solana hasta el barranco de la Vall de La Figuera, para subir durante un par de kilómetros más hasta la zona de Caro.
Comemos en el restaurant Pous de Neu, un menú estupendo y un trato perfecto.
A las 4 de la tarde salimos de Caro, con la lluvia pisándonos los talones. Tanto que no habíamos recorrido ni quinientos metros cuando tuvimos que parar a refugiarnos entre los abetos de un chubasco que arreciaba por momentos. La tormenta no cesaba, y los abetos dejaron de ser protección cuando sus ramas se convirtieron en auténticas cascadas. El balcón de una casa que teníamos a 50 metros se convirtió en refugio improvisado, donde esperamos a que pasara lo peor de la tormenta.
Ya sin lluvia, pero empapados y con mucho frío, comenzamos la bajada desde Caro.
Seguimos la pista asfaltada al principio, y de tierra después, que atraviesa la Vall de Carlares, manteniendo el nivel de los 1000 metros durante unos 8 kilómetros, hasta pasado el desvío de Masos de Carlares donde cogemos el camino que en subida ya nos llevará hasta el Coll de Navic a 1166 metros de altitud.
Un par de kilómetros después, manteniendo la altitud, conectamos con el GR-8 y pasamos por el Coll Roig.
Ahora circulamos por senderos y trialeras siempre perdiendo nivel, los primeros kilómetros con suavidad, y algún tramo peligroso, siguiendo el llamado Camí de Tortosa, que poco tiene de camino.

 
Los últimos kilómetros son realmente difíciles, descendemos casi 600 metros en poco más de 2 kilómetros por una trialera muy pedregosa, donde ponemos a prueba nuestro temple y el chasis de las bicicletas. Los pedales van dejando recuerdo de nuestro paso en la pared de roca, y estas a su vez trazan pequeñas cicatrices en la pintura de nuestras máquinas, en una lucha dura pero noble.
Las vistas de la Mola de Sant Miquel a nuestra izquierda, cuando hacemos una pequeña parada sobre el Barranco del Racó de Guera, es espectacular, y reconfortante cuando ya observamos el final del sendero hacia el Barranco de las Marrades.


Cuando llegamos a la pista que lleva de Beceite a la zona del Parrisal, el sol hace rato que desapareció del horizonte, aunque aún tendremos luz de sobras para recorrer los últimos cinco kilómetros hasta entrar de nuevo en Beceite por el valle del río Matarraña.










13-06-2015
BECEITE – TOSSAL DELS TRES REGNES – BECEITE

Son las 7 de la mañana y llueve.
Aún estamos sentados a la mesa, acabando de desayunar, y el cuerpo nos pide más descanso, pero la ruta nos espera y no podemos demorarnos si queremos estar de vuelta para la hora de comer.
Nos espera una de las subidas más duras de esta zona, muy larga, unos 24 km hasta coronar el Tossal dels Tres Regnes, con algún descansillo, pero también algunas rampas duras.

Tenemos suerte, porque antes de comenzar a pedalear ha parado de llover, aunque el cielo continúa encapotado y amenazador.
 

Salimos de Beceite por la pista que sube por el río Matarraña, hasta unos 4 km. donde cogemos el desvío a la derecha que nos hará ir en constante subida por el camino de La Sènia.
Los primeros kilómetros son de dura pendiente, hasta iniciar una ligera bajada que nos hace pasar por el río de Formenta, donde atraviesa Els Estrets de Marraixa, zona de enormes paredes de piedra  a las que ha ido dando forma durante millones de años.
 
Después de este descansillo vienen más rampas en larga subida hasta el Coll de la Creu a 1.236m.
Seguimos la pista y antes de llegar a Fredes nos desviamos a la derecha, y un par de kilómetros después, justo al coronar el Coll de Tombadors,  nuevo desvió de 360 grados a la derecha, que nos llevará a las últimas rampas para coronar la cima del Tossal dels Tres Reis, punto de unión entre las tierras de Cataluña, Aragón y Valencia.

Justo antes de coronar, el sol tímido que nos acompañaba durante los últimos minutos deja paso a una suave niebla acompañada de fuerte viento. Son las nubes bajas que defienden el Tossal dels Tres Reis, que nada más iniciar la bajada dejamos atrás rápidamente.
Los primeros quilómetros de bajada, de vuelta hacia Beceite, los hacemos por la pista que lleva hasta las ruinas del lugar de la ermita de Sant Miquel d’Espinalvà.
 

Seguimos bajando por pista de la zona de La Maçanera, y en la curva que llega hasta el mas del mismo nombre cogemos una trialera pedregosa y muy técnica, que durante unos dos quilómetros nos permite descender más de 200 metros de desnivel, hasta llegar a la parte baja del río Pena.
Aquí ya por la pista que baja rodeando el pantano de Pena y luego por asfalto hasta Beceite.
 







14-06-2015
BECEITE – VALDERROBRES – EL SALTO
Hoy haremos una excursión corta.
Salimos de Beceite pasadas las seis de la mañana. Aún el sol no ha salido, pero hay suficiente luz para comenzar a pedalear.
Bajamos por la carretera en dirección Valderrobres, y a unos 4 quilómetros nos desviamos cogiendo la pista de la izquierda que nos llevará a Valderrobres, igual que la carretera pero por un camino que va enlazando granjas hasta cruzar el Matarraña antes de volver a subir hasta el pueblo.
Cruzamos Valderrobres y cogemos la cuesta que lleva hacia la ermita de San Cristóbal, de fuerte pendiente al principio.
Cogemos el desvío hacia la ermita, pero seguimos por la pista hacia la Masía de la Cuesta durante unos dos quilómetros.
La noche anterior llovió fuerte, y los caminos, que a veces son de tierra arcillosa, están impracticables con tramos donde perdemos toda la tracción, y los neumáticos de las bicis parecen roscos de chocolate fundido.
El camino acaba después de varios cruces, en tramo de sendero bastante tapado y complicado por las lluvias, que nos lleva a cruzar por el barranco de La Magdalena.
Después de cruzar el barranco cogemos la pista a la derecha que lleva a la masía dels Violins, y poco después el camino muy roto llega hasta el río Tastavins. La pista desaparece en el mismo río, que hemos de cruzar descalzándonos.
 

Cruzamos el río y poco después llegamos a la hermosa cascada El Salto.


Después de las fotos de rigor continuamos la ruta, pero nada más reiniciar una avería nos obliga a tomar la decisión de volver a Beceite por carretera.


Aquí acaba la aventura de Teruel por este año.



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