dilluns, 16 de febrer del 2009

RESUMEN DE LA PEDALS DE FOC

Escribo esto cuando sólo hace unos días que volvimos a Vidreres, y aún retengo en mi memoria todo el camino y las sensaciones. Sólo tengo que cerrar los ojos para ver de nuevo a mis amigos pedaleando entre aquellas montañas, y oir el rumor del agua bajando las pendientes...
Y sentirme libre.

Teníamos un sueño, para cada uno de nosotros diferente, pero para todos igual de esperanzador. Soñábamos con atravesar valles, cruzar ríos y subir montañas, pasando 3 días enteros recorriendo los hermosos paisajes del Pirineo, siempre sobre nuestras bicicletas y, como no, sufriendo en silencio durante los tramos más duros.
Pero este sueño a diferencia de otros que aún perduran y llenan nuestra vida, ya se ha cumplido. Y como suele ocurrir a veces, la realidad ha superado con creces a la imaginación, y este sueño ya extinguido ha dejado paso a multitud de imágenes y sentimientos que ya son un recuerdo imborrable en nuestra memoria.
Aunque nos queda un cierto sentimiento de pérdida que nos empuja a buscar nuevos retos semejantes. Pero esto ya será otra historia.


PEDALS DE FOC
Siete amigos, siete bicicletas, tres días, 220 kilómetros de ruta, 5.200m de desnivel de subida, 5.700m de desnivel de bajada, el Pirineo, ríos, valles, 34 pueblos, humanidad, comida, serían sustantivos para definir la experiencia, pero los adjetivos serían tantos, todos superlativos, que la lista sería demasiado larga.
La Pedals de Foc, para aquellos que aún no habéis oído hablar de ella (sois pocos pero estáis perdonados...), es una ruta organizada, para recorrer en bicicleta de montaña los alrededores del Parc Nacional d’Aigües Tortes i Estany de Sant Maurici, atravesando montañas del Pallars Jussà, Pallars Sobirà, Val d’Aran y Alta Ribagorça.
La organización se encarga de las reservas en los lugares para pernoctar y el avituallamiento, siempre a elección del participante, así como el número de etapas, normalmente 3, 4 o 5 días. Nosotros optamos por hacerla en 3 días, con etapas de 82, 65 y 73 Km.
El primer día antes reiniciar la ruta que sale desde el refugio de Conangles en la boca sur del túnel deVielha, los nervios en todo el grupo eran más que visibles, pero bastó con iniciar la marcha sobre nuestras bicis para que toda la presión que nos atenazaba desde los días anteriores se disipase como por encanto.
Era el momento de vivir nuestro sueño.


PRIMER DÍA


La primera mañana recorrimos la Vall de Barravés por la que discurre la cabecera del Noguera Ribagorçana, al lado del cual transcurren los primeros 20 Km de un camino pedregoso y muy técnico, que nos obligó a desmontar y arrastrar nuestras bicicletas en varias ocasiones, pasando junto a la espectacular cascada de Senet y siguiendo los márgenes del río hasta llegar a Vilaller.
Dejamos atrás el pueblo y comienzan las rampas del puerto de Serreres, primer escollo de 4 Km al 9%, constantemente observados y protegidos del sol por los enormes abetos que pueblan esta vertiente de la montaña.
La superación de este primer puerto, con impresionantes vistas sobre la Vall de Boí, Pont de Suert, el embalse de Escales y la sierra de Sant Gervàs, nos animan a continuar, recuperando fuerzas durante la bajada hasta el río Noguera de Tor, donde rodeados de hayedos y pinos rojos recorremos el Camí de l’Aigüa, un sendero increíble y muy entretenido que nos hace caminar durante casi 2 Km, hasta el inicio de las rampas que pasando por Irán e Irgo nos llevarán a superar el Coll de Sant Salvador, donde nos espera la ermita que le da nombre.
En estos momentos el cansancio ya ha hecho mella en algunos de nosotros, pero no podemos parar hasta Castellars donde nos esperan para comer. Son ya las 2 de la tarde, así que tenemos una hora para bajar hasta Gotarta, Malpàs y recorrer los primeros 2 Km del Coll de Peranera hasta Castellars, por una carretera asfaltada que a las 3 de la tarde parecía de fuego, y en cuyas duras rampas, más del 12% algunas, sufrimos los momentos más agónicos de toda la travesía.
La comida en l’Abadia de Castellars, y el encantador trato de su dueña, quedará para siempre en nuestros corazones. Simplemente maravilloso.
Después de reponer fuerzas, a las 5 iniciamos la recta final, acabando los otros 5 Km de subida ahora ya pedregosa y de pendiente más suave, que nos llevan atravesando Erta y Sas hasta Les Esglesies a las 7 de la tarde. Aquí nos esperan para cenar y dormir, en una casa pairal donde el trato y la comida son fenomenales.

SEGUNDO DÍA



La noche ha sido tranquila, pero la tensión no nos ha dejado dormir demasiado, y tras un desayuno imponente, iniciamos la jornada a las 8 de la mañana. Hace sol, pero los 2 primeros kilómetros son de bajada y el aire es fresco, aunque el inicio de la subida al Coll d’Oli ya nos hace huir del sol, y el sudor comienza a brotar muy pronto en nuestras frentes. El inicio de este primer puerto es suave y por carretera asfaltada, pero el último kilómetro ha de hacerse caminando y arrastrando la bicicleta entre enormes rocas, al igual que el principio de la bajada hasta la Ermita de la Mare de Deu del Coll.
Desde aquí bajar hasta Guiró, Astell, y seguir el rio Flamisell desde Torre de Cabdella hasta Espui.
A partir de Espui comienza el verdadero reto del día, la subida hasta el Coll del Triador, el más largo de la Pedals de Foc, con más de 12 Km y pendiente media del 7,5%.
Durante los primeros 7 Km los abetos ejercieron una perfecta defensa contra los rayos del abrasador sol, pero el resto de subida no sólo tuvimos que luchar contra las duras rampas de tierra suelta, también contra el calor, que quemaba nuestras energías con mayor voracidad aún que nuestras piernas.
La coronación del Triador fue un éxtasis maravilloso, que no pudimos disfrutar demasiado tiempo, puesto que la visión del resto de la subida hasta el Coll de la Portella, punto más alto de la Pedals de Foc con 2.268m. nos atraía como un imán. ¡Queríamos subir a lo más alto!
Desde el Coll del Triador, hasta el Coll de la Creu de l’Eixol pasando por el de la Portella recorremos 20 Km siempre a más de 2200m de altitud, rodeados de inmensos prados en constantes subidas y bajadas, cruzando torrentes y siempre observados por algunas manadas de caballos y ante la indiferencia de las muchas vacas que se alimentan de aquellos pastos.
Tras cruzar la Creu de l’Eixol, ya sólo nos espera una larga bajada hasta Espot, donde una opípara cena y un sueño reparador nos devolverán la energía necesaria para afrontar la última etapa.

TERCER DÍA
De nuevo un gran desayuno y a las 8 de la mañana en ruta.
Dejamos Espot siguiendo el curso del río Escrita e iniciamos una larga pero suave subida que nos llevará por Estáis, Jou y Son. En Son cogemos un sendero que parte de detrás de la Iglesia, muy estrecho y entretenido, que durante un par de kilómetros nos llevará hasta la pista del Calvari, buen camino que nos dejará en las puertas del Bosque del Gerdar, enclave boscoso que es una maravilla natural digna de ser visitada al menos una vez en la vida. Tras atravesar el puente de madera del río Cabanes, llegamos al refugio del Gerdar donde cogemos la carretera del Port de la Bonaigua en dirección Esterri d’Aneu hasta el cruce de Sorpe. De Sorpe a Boren, y de aquí durante más de 20 Km seguimos el bellísimo curso del Noguera Pallaresa, atravesando Isil y Alós d’Isil, hasta llegar al llano donde se yergue majestuoso el Santuari de la Mar de Diu de Montgarri.
Un bocadillo y un tinto de verano nos dan las fuerzas justas para subir hasta el Pla de Beret, y atravesando el aparcamiento de las pistas de esquí, iniciamos la última bajada que nos llevará hasta Vielha. Nunca olvidaremos las primeras vistas de la Vall principal d’Aran desde Beret, ese gran llano donde nacen el Noguera Pallaresa y el Garona, uno llevando sus aguas hasta el Mediterráneo y el otro hacia la costa atlántica de Francia.
Ya sólo nos queda una larga y técnica bajada hasta Vielha atravesando varios pueblos preciosos, como Unha, Arties, Garós, Escunhau y Betren, y por primera vez nos comienza a invadir una sensación de pérdida, que ya no nos abandonará nunca, porque son los últimos minutos de la Pedals de Foc, y ninguno de nosotros quiere que esto acabe.
Nuestros cuerpos llegan cansados a Vielha, y en nuestros corazones luchan dos sentimientos muy opuestos, la alegría de haberlo conseguido y la tristeza de que se ha acabado el sueño.




EPÍLOGO
Dedicado a los que habéis sufrido nuestra ausencia, y a todos aquellos que amáis la bicicleta.

3 comentaris:

  1. Toni Molt bonic marchó hoy para vielha ya q no os pude acompañar a Huesca m salió la oportunidad y m voy a hacer la pdf
    un recuerdo y abrazo para todos,he de subir un domingo y os enseñó la bici y hacemos un cadiretes
    Miguel bcn

    ResponElimina
  2. Toni Molt bonic marchó hoy para vielha ya q no os pude acompañar a Huesca m salió la oportunidad y m voy a hacer la pdf
    un recuerdo y abrazo para todos,he de subir un domingo y os enseñó la bici y hacemos un cadiretes
    Miguel bcn

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